Sea bendito el plantel que en mi infancia,

con sus cantos de amor arrulló,

sea bendito el plantel que en mi frente,

con sus ondas de gloria bañó.

 

En tus aulas, vertiose radiante,

en mi mente el fulgor del saber,

por ti llevo en el alma vibrantes,

la virtud, el honor y el deber.

 

Eres arca que guarda los sueños,

y la gloria de mi juventud,

eres mi norte, grato y risueño,

Dios, patria y ciencia tu plenitud.

 

Sea bendito el plantel que en mi infancia,

con sus cantos de amor arrulló,

sea bendito el plantel que en mi frente,

con sus ondas de gloria bañó.

 

De la vida en la mar procelosa,

va mi ruta adorando tu sol,

hacia un puerto ideal va la proa,

impulsada por brisas de amor.

 

Aunque azote tormenta bravía,

aunque ruja feroz aquilón,

boga segura mi navecilla,

porque María gobierna el timón.

 

Sea bendito el plantel que en mi infancia,

con sus cantos de amor arrulló,

sea bendito el plantel que en mi frente,

con sus ondas de gloria bañó.

​

Letra: Sor Celina Pereira

Música: Alberto Galimany